La primera imprenta que tuvo presencia en el continente americano, fue fundada en el año 1539 por Juan Cromberger en la ciudad de Tenochtitlán en el estado de México.
¿Por qué se tomó la decisión de traer la imprenta para el continente americano?
Como se sabe la imprenta nació en el continente europeo y traer para México los libros que eran hechos allá resultaba muy costoso; además, de que los tiempos de entrega eran largos y por consiguiente esto hacía que surgieran atrasos en el desarrollo intelectual. La idea de traer la imprenta a este lado del mundo, le surgió a Fray Juan de Zumárraga, quien se dio cuenta de lo necesario que era traer un taller tipográfico a América; después de algunas negociaciones con Juan Cromberger, llegaron a un acuerdo y fue ahí donde se fundó la primera imprenta situada en México.
El primer empleado que fue contratado para esta nueva imprenta fue el italiano Juan Pablos, mismo que ya tenía experiencia en el área, pues él trabajaba en el taller de Zumárraga en España, mismo que se decretó como el primer impresor de la Nueva España y de América.
El primer libro impreso por Juan Pablos fue “Breve y compendiosa doctrina cristiana en lengua mexicana y castellana”.
Un año después de la fundación de la imprenta en México, en 1540 Juan Cromberger muere, al suceder este hecho, la viuda de Cromberger tomo la decisión de traspasar la imprenta a Juan Pablos, quien, al tomar poder, contrató a Antonio de Espinosa, quien se encargaba de fundir tipos, cortar grabados o punzones. Pablos, adquiriendo esta acción y pidiendo capital prestado, comenzó un proceso de modernización de la empresa en cuanto al material tipográfico y además imprimió algunos libros que forman parte de la Universidad de México.
Desde aquel entonces, la imprenta ha ido evolucionando y cada día se vuelve mejor. Hoy en día resulta ser un elemento esencial en la vida diaria y cada vez se vuelve un elemento más modernizado debido a sus actualizaciones.