Una tinta es una mezcla homogénea de materia colorante, resinas, disolventes y algunos aditivos cuya finalidad es reproducir una imagen sobre un soporte mediante un proceso de impresión.
La composición en cantidad y variedad de los componentes será función del tipo de tinta y de las propiedades que esta deba tener.
En su origen la fuente de todos los componentes de la tinta, era 100% natural pero ha ido evolucionando hacia productos sintéticos que garantizan mejor las prestaciones técnicas que se le exigen hoy a una tinta.
Las tintas de imprentas son sustancias que se aplican mediante una forma impresora a un soporte en el que quedan adheridas.
Los ingredientes utilizados en la fabricación de las tintas de imprentas, se pueden dividir en tres grupos principales:
- Fase continua: vehículos y barnices.
- Fase dispersa: pigmentos.
- Aditivos: secantes y ceras.
Las tintas de impresión son productos formados por sustancias complejas y de naturaleza diversa que varían según el proceso de impresión al que se destine y en función de determinadas exigencias ( depende el sistema de impresión) cualquier tinta, de imprimir, tiene que cumplir unas funciones concretas en un proceso de impresión que será:
- Colorear el soporte mediante la ayuda de sustancias colorantes.
- Transportar el color desde el tintero al soporte con la ayuda del vehículo.
- Fijar el color sobre el soporte utilizando las propiedades del vehículo.
Las tintas están formadas por:
A. Sustancias colorantes:
A.1. Tintas o colorantes. Sustancias solubles en el vehículo.
A.2 Pigmentos. Sustancias que no son solubles en el vehículo si no que, se hayan dispersas en él en forma de finas partículas.
B. vehículos. El medio en el cuál se encuentra disuelto el colorante o disperso al pigmento, se llama vehículo. El vehículo se encarga de trasportar la materia colorante desde el tintero de la máquina de imprimir hasta el soporte además de cumplir su misión de dispersar o disolver.
Cuando la tinta entra en contacto con el soporte el vehículo actúa como agente filmógeno, es decir asegura la fijación definitiva del colorante o del pigmento sobre el soporte mediante procesos que constituyen el secado.